En 1912, el célebre autor de las historias de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle, leyó algunos reportes sobre los tepuyes venezolanos y se decidió a escribir su famosa novela "El mundo perdido", que trata acerca de una expedición a la cima de una de estas montañas. Allí, aislados del resto de Venezuela desde hace miles de millones de años, los protagonistas encuentran un parque jurásico en perfecto estado operativo, con una planicie elevada poblada de dinosaurios, homínidos y una maligna raza de hombres-mono.
La inexactitud científica es evidente (los homínidos nunca convivieron con dinosaurios) pero el concepto tiene mucho que ver con lo que sucedió en realidad. Los tepuyes más antiguos tienen 2.000 millones de años de antigüedad, el triple de la mayor antigüedad conocida de cualquier fósil macroscópico. Son las tierras emergidas más antiguas del mundo. Las cimas de los tepuyes configuran el archipiélago más aislado de la Tierra, más aún que la Isla de Pascua, la tierra firme más lejana de cualquier otra tierra firme.
